ENCUENTROS COTIDIANOS
DE MAESTROS Y PADRES EN LA ESCUELA
Para los maestros, la relación con los padres de familia
representa un quehacer paralelo a las actividades de enseñanza, ya que se
necesita el apoyo de los padres de familia en el trabajo con los niños y con la
escuela, es decir, que el maestro no solo tiene el trabajo de enseñar a los
alumnos, sino también de convivir y relacionarse con los padres de ellos.
No solo existen
encuentros informales entre padres y maestros; algunos de sus encuentros son
porque están oficialmente reglamentados. Se hacen asambleas donde se convoca a
los padres y regularmente se tratan temas como el mantenimiento del edificio
escolar, la organización de actos o festividades escolares, reglas que
involucran a todos los alumnos y algunos asuntos de carácter administrativo.
Algunas escuelas
establecen normas que pretenden regular la entrada y tránsito de los padres de
familia durante días ordinarios de trabajo.
Estas normas son disposiciones de la dirección y dependen de cada
escuela. Pero aún con todo y estas disposiciones se dan los encuentros
cotidianamente para tratar asuntos, solucionar conflictos y establecer acuerdos
relacionados con el trabajo escolar de
los alumnos. Estos eventos pueden ser eventuales o sistemáticos, imprevistos o
acordados, públicos o privados.
Visitas imprevistas al salón de clases:
Pueden
ocurrir cuando los padres por alguna
razón se reúnen en la escuela (asamblea general o faena, etc.) y aprovechan
para visitar al maestro y preguntar sobre tareas, calificaciones, conflictos
entre niños, etc. La ventaja que estas
visitas tienen es que temas que podrían ocasionar fuertes reclamos pueden ser
solucionados de manera fácil y cordial.
Encuentros organizados de maestros y padres en la escuela:
En las escuelas
públicas estos encuentros ocurren en las juntas de grupo que se realizan con
regularidad en el salón de clase. Estas juntas son referidas por maestros y
padres como “juntas para firmas boletas” pero tan bien se tratan diversos temas
de interés para padres y alumnos.
Para los padres,
estas reuniones son parte de su relación con la escuela, ya que aquí ellos y el
maestro comparten preocupaciones, experiencias, problemas, satisfacciones y
decisiones acerca del trabajo con los niños dentro del aula.
Convocar a los padres:
La convocatoria
es un requisito indispensable para efectuar una junta de grupo y los maestros
tienen que considerar las ocupaciones y el tiempo del que pueden disponer los
padres para asegurar su asistencia y su participación.
Las formas de
convocar a los padres son diversas:
a) Algunos maestros colocan letreros en la puerta donde
anotan los datos de la reunión, así los padres se enteran cuando van por sus
hijos a la escuela y se avisan entre ellos.
b) Otros profesores se apoyan en los niños (este método es
generalmente para niños de quinto y sexto grado). Dictan recados, los niños los
escriben en su cuaderno y lo tiene que llevar al otro día con la firma de
enterado.
c) También el maestro puede mandar a imprimir un sello y lo
pone en el cuaderno de los alumnos donde solicita la asistencia de los padres a
la reunión, y él solo anota la fecha y la
hora.
Los maestros casi siempre convocan a juntas con tres días de
anticipación, esto lo hacen para que los padres pidan permiso en sus trabajos,
avisen que llegarán más tarde, busquen quién cuide a sus niños pequeños, et. En
pocas palabras para que ese día y a esa hora estén libres y puedan asistir a la
junta sin presiones de ningún tipo, pues las juntas no pueden realizarse si la
mayoría de padres no está presente, además su asistencia muestra el interés que
tienen por la educación de sus hijos.
Preparar materiales que muestran a los padres:
En las juntas los
maestros muestran a los padres algunos de los materiales que sus hijos han
realizado, pueden ser exámenes, algún ejercicio y a veces las boletas de
calificaciones.
Antes de la junta
el maestro selecciona el material que va mostrar, ya que dependiendo de ellos
es como los padres califican su trabajo en el aula. En algunas ocasiones los
padres tienen dudas sobre algún trabajo y es deber del maestro aclararla.
Prever la agenda de la reunión:
Para la reunión,
los maestros anticipan un plan de trabajo donde incluyen los temas a tratar,
cómo los van a tratar y qué acuerdos quiere establecer con ellos, así la junta
estará más organizada. Esta agenda no siempre se escribe.
Se establecen dos
momentos: primero cuando el maestro trata temas de interés colectivo y después
se destina la atención a los asuntos personales.
Las agendas son
flexibles, permiten imprevistos y asuntos generales que llevan los padres.
Papel de los alumnos en la organización de la junta de
grupo:
El centro de
interés de la junta son precisamente los niños y su trabajo en el aula.
Pareciera que el maestro tiene un expediente de cada alumno en la memoria, y
durante la junta lo abre y lo comparte con lo padres. La mayoría de las
preguntas y decisiones de la junta son sobre los niños, los padres quieren
tener información respeto de su hijo y su comportamiento, su aplicación y sus
conocimientos en el aula.
En muchas
escuelas los niños se encuentran presentes durante la junta, por lo que el
maestro debe prever las tareas que realizarán durante la reunión, deben ser
actividades que no necesiten ayuda del maestro y que capten su interés pero
relacionados con el tratamiento de contenidos específicos, pero hay que aclarar
que no son actividades de entretenimiento, sino para reforzar los conocimientos.
Aún así, los niños participan ocasionalmente, sobre todo cuando no están de
acuerdo con algo, u otras veces el maestro les pide su opinión.
En las juntas los
niños también se percatan del trabajo conjunto de padres y maestros para el
bien de ellos y de su escuela.
Rubí Sandoval Utrera
Primer Grado Grupo C
Licenciatura en Educación Primaria
Escuela y Contexto Social
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