- Haz que tus hijos te vean leyendo. Los padres son importantes modelos de adultos para sus hijos. Es fundamental que os vean leyendo, tanto al padre como a la madre, y disfrutando de la lectura. Lee el diario, lee libros que te gusten. Puede ser un placer para ti. Anímate a leer en medio de un lugar familiar, puede ser como un recreo, disfrútalo. Haz que tus hijos te vean escogiendo libros para ti. Encuentra tiempo para leer juntos.
Cómo y cuándo empezar…
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Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para
empezar a leer con los hijos.
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Los niños disfrutan estando con sus padres, compartir
un libro es compartir momentos juntos.
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Regala libros en los cumpleaños, y no sólo a los niños.
Los libros son un buen regalo para el padre o la madre. Ver que un libro hace
ilusión a los padres hace al niño desear la lectura.
- Crea un ambiente de lectura. Lo primero es proporcionar un ambiente para que leer sea fácil. Crea un rincón agradable, bien iluminado, donde el niño pueda tener y acceder a sus libros espontáneamente. Debe sentirlo como su propia biblioteca. Sus “cosas” importantes han de estar cerca y desde allí saber dónde están sus padres. Este sitio puede ser “móvil”. Los libros se pueden llevar a todas partes.
Cómo empezar…
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Hay libros para todas las edades. No hay edad para
empezar a disfrutarlos.
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Para un niño pequeño un lugar agradable es un lugar en
el que esté bien con su padre o su madre.
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Lleva siempre libros contigo, y lápiz y papel, por si
hay que esperar en algún sitio. En la consulta del médico, en el ómnibus se
pueden leer libros, hacer preguntas, jugar, enseñar a mira.
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En el coche: siempre debe haber libros para leer. De
vez en cuando, cámbialos pero está bien que pasen una buena temporada en los
bolsillos de los asientos o en algún lugar a mano. Los niños sordos que a
menudo tienen que recorrer distancias largas en coche, no hace falta decirles
que lean o miren los libros, se acostumbran por sí solo a agarrarlos y a
mirarlos espontáneamente.
- Lean juntos un cuento cada noche. Un cuento es un arma muy poderosa en la comunicación. Desde tiempos antíquisimos los humanos hemos sentido la necesidad de narrar historias y cuentos. Siempre han servido para que los niños disfruten pero también para transmitir conocimientos y pautas de comportamiento. Todos los niños necesitan cuentos.
Cómo y cuándo empezar…
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Puedes empezar en cualquier momento, aunque tu hijo aún
sea un bebé.
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Si no lo has hecho hasta ahora, no tengas ningún miedo
de empezar. Leer un cuento juntos se puede hacer por primera vez a cualquier
edad.
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Elige un cuento con muchos dibujos. Cuando sea pequeño,
el cuento debe ser corto, de modo que se pueda contar desde el principio al
final en una misma noche.
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Utiliza todas las señas que sepas para leer el cuento.
Haz “teatro” y señala sobre los dibujos lo que no sepas explicar. Verás que
fácil es captar la atención de tu hijo o hija.
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A medida que tú aprendas señas verás cómo mejoras leyendo
lo cuentos.
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Cuando sea mayorcito, lee tú el libro la primera vez y
luego haz que lo repita. Leer significa leer en señas. Tanto tú como tu hijo.
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Puedes pedirle que te diga lo que comprende de un
párrafo nuevo y luego tú lees una página entera.
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Es muy importante que entiendan que en los libros hay
historias que les pueden gustar.
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Lee tú, si tu hijo está cansado, aunque ya sepa leer;
no es perder el tiempo.
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Practica en clase de lengua de señas cómo explicar un
cuento.
Otras ideas: Cuando un niño sordo
le viene una “rabieta”, la voz no nos sirve para tranquilizarle. Incluso, suele
girar la cara para no mirar al adulto. Explicarle en señas un cuento que ya
conoce suele ser irresistible. Colócate en su ángulo de visión y aunque no te
mire explica, explica, explica… cuando mire un momento para controlar la
situación, verás como no puede resistirse a la historia que le cuentas y, poco
a poco, se irá calmando.
- Usa la dactilología desde muy pequeño. La dactilología es un alfabeto manual y da nombre a las letras con las manos.
Ventajas:
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No conocemos a nadie que ante un alfabeto dactilológico
no hay intentado repetirlo. Ni siquiera los niños de dos años.
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Es muy fácil de aprender para los padres.
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Es un complemento de la lengua oral y de la lengua de
señas.
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A los niños oyentes les encanta aprenderla.
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Es un modo de hacer participar a la familia y los
amigos.
Cómo empezar:
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Consigue un alfabeto dactilológico.
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Practica con tranquilidad la configuración de las manos
para cada letra. Más adelante le puedes pedir a una persona sorda que corrija.
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Hacia los dos años ya puedes enseñar poco a poco las
letras a tu hijo/a sordo, junto con tus hijos oyentes.
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Compra letras grandes de plástico, mejor si son
magnéticas, y déjalas al alcance de tus hijos.
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Puedes empezar con la M y la A y hacer MAMA, por
ejemplo, tanto con las letras de plástico como con las manos. Después con PAPA
y con su nombre. No hace falta correr mucho más. Después vendrán los colores…
Verás que el movimiento de las manos tiene un ritmo y que al cabo de un tiempo
el niño reconocerá el deletreo de estas palabras como si las supiera leer.
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Aprovecha las salidas a la calle para jugar a adivinar
letras con tus hijos. Utiliza para deletrear, marcas comerciales que tus hijos
ven a menudo como Coca-Cola, Adidas, Nike, etc. Puedes organizar “campeonatos”
de adivinar letras y palabras.
Más adelante:
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Cuando no sepas una seña, utiliza el deletreo con las
manos a la vez que señalas el objeto, aunque tu hijo no entienda lo que dices.
Poco a poco se irá acostumbrando al movimiento de las manos y las letras.
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No te apures. El reconocimiento de las formas de las
letras será una ventaja a la hora de empezar la lectura.
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Hacia los 7 años tu hijo/a sordo y también tus hijos
oyentes que han participado del juego desde pequeños, “leerán” la dactilología
mucho más deprisa que tú. Es fácil que no puedas leer sus palabras en
dactilología a menos que deletreen especialmente despacio para ti.
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Usa la dactilología siempre que no sepas una seña y
siempre que aparezca un concepto nuevo, aunque luego des explicaciones.
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Cuando empiezan la lectura en el colegio, la
dactilología es una herramienta muy útil para memorizar palabras.
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Observa y disfruta de la “música” que tienen las
palabras deletreadas con las manos.
Curiosidades:
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Los primeros alfabetos dactilológicos aparecieron en
los conventos de monjes en España en el siglo XIV. Pero el primero que se
conoce destinado a la educación de los sordos es el de Juan Pablo Bonet
editado en 1620.
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Goya –famoso pintor- que se quedó sordo ya adulto,
pintó un alfabeto dactilológico que fue descubierto en una colección particular
hace pocos años.
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La lengua de señas americana utiliza muchísimo la
dactilología en la conversación habitual en lengua de signos. Las personas
sordas norteamericanas hacen hincapié en utilizar la dactilología con el niño
sordo desde el primer momento, aunque sea un bebé.
- Iniciar un calendario, luego un diario. Es un ejercicio que ya hacen en el colegio y que es fácil de repetir en casa.
Cómo y cuándo empezar…
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Se puede empezar hacia los tres años, aunque los niños
a esa edad todavía no tengan una completa comprensión del tiempo.
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Busca un calendario en el que haya un espacio para
escribir.
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Señálale en el calendario el día de la semana. Poco a
poco introduce el nombre y número del día y nombre del mes.
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Anota hechos futuros que sean importantes, al principio
con una sola palabra. Por ejemplo, si el domingo está previsto ir al zoológico,
anota “ZOO” ese día. Cuando hables de lo que harán ese domingo muéstralo en el
calendario.
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A medida que tu hijo o hija se acostumbre a usarlo
aumenta las palabras: “Fiesta de cumpleaños de Ana”, por ejemplo.
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Cuando empiece a escribir anímale a que sea él/ella
quien anote las palabras que conoce.
A partir de
los 7 años, el diario…
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Compra una libreta especial, sólida y bonita para
iniciar un diario y regálasela a tu hijo/a explicando para qué sirve.
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Haz lo mismo con tus hijos oyentes.
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Aprovecha para empezar un período agradable, como las
vacaciones.
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Enséñale a escribir el día y comienza con alguna
actividad atractiva.
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Al principio es suficiente con un dibujo o con pegar la
entrada del cine o una foto. Poco a poco, anímale a escribir alguna palabra que
explique la actividad que ha hecho.
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No quieras correr. Verás que con el paso de los días, o
de las semanas, cada vez hay más texto y menos dibujos.
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Es útil escribir frases repetidas. Por ejemplo, empezar
siempre con “Hoy hemos ido a…”
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Durante los primeros años puedes ayudar a tu hijo a
escribir las frases, pero pídele que primero intente expresarse sólo. Hay que
felicitarle y valorar el intento de redactar sólo aunque al principio la frase
parezca incomprensible.
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No hay que destacar los errores ni mucho menos reñir
por ellos. Se puede sugerir “Lo entiendo bien pero, ¿qué te parece si lo
ponemos así, que en castellano se entiende mejor?”.
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Es conveniente que la familia lea el diario y lo
celebre y que tus hijos puedan enseñarlo y comparar con otros niños.
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Si nos saltamos un día o varios no pasa nada, pero es
importante procurarlo de manera regular en verano y en épocas de vacaciones.
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Aunque sea mayorcito y vaya escribiendo más y más,
siempre les gusta hacer dibujos o pegar las entradas o folletos de los sitios
que han visitado.
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Al cabo del tiempo sirve para recordar releer lo que se
ha hecho. Además les sirve para valorar sus progresos.
Más comentarios:
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La costumbre de escribir un diario personal, es muy
buena para familiarizarse con la escritura.
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Las libretas especiales para diarios que los niños
llegan a querer como un objeto que los niños llegan a querer como un objeto muy
personal. Los hay con tapas duras y en relieve, con dibujos de sus héroes
favoritos, con gomas o con un cierre con llave, en colores. Es muy recomendable
que las hojas de papel sean pautadas, con rayas horizontales muy separadas.
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Hacia los 12 o 13 años quieren hacer un diario privado
y hay que animarles a ello y respetar escrupulosamente la privacidad. Pero vale
la pena insistir en que mantengan uno, aunque sea corto, como registro de
actividades y que lo puedan leer los padres.
Curiosidades:
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En algunos países, como Inglaterra, la costumbre de
escribir diarios es casi general. Muchos niños y adultos escriben uno.
- Disfruten de la biblioteca. De las tiendas de libros. Las bibliotecas infantiles son sitios muy agradables para los niños. Allí encuentran a otros niños de su edad y, en general, el ambiente es tranquilo. Parece como si a los niños se les contagiara el interés por los libros y, además, quisieran comportarse como los demás.
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Hay libros para todas las edades, los de niños pequeños
son muy atractivos, tienes muchos dibujos y a menudo son casi un juguete.
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En la biblioteca suele haber un espacio en el que los
niños más pequeños pueden sentarse en el suelo o en mesitas especiales para
ellos y mirar varios libros a la vez.
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Cualquier edad es buena para ir por primera vez a una
biblioteca.
Cómo empezar…
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Busca la biblioteca pública de tu barrio y visita la
parte infantil.
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Acompaña a tus hijos y guíales la primera vez. El
niño/a se siente cohibido al entrar en un ambiente de silencio pero enseguida
aprende lo que puede y no puede hacer: puede ir a tomar los libros que quiera,
pero no puede gritar. La segunda vez ya querrá estar solo mirando libros.
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Hazle socio de la biblioteca. Le gustará tener un
carnet con su fotografía y comprobar que puede llevarse los libros a casa por
unos días.
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Tener un libro de la biblioteca en casa significa
cuidarlo especialmente, recordar qué día se debe devolver, pensar que otros
niños lo han leído o lo leerán.
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Si la biblioteca está cerca de casa le será útil más
adelante para ir a estudiar.
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Si existe un Cyber Café cerca acompáñalo. Habitúalo a
ir para motivarlo en la búsqueda de información por Internet.
- Jueguen con letras, palabras y mensajes. Leer juntos también es jugar. Al principio se trata sólo de reconocer palabras, en todo tipo de juegos, desde el “ahorcado” hasta sofisticados juegos de ordenador. Aunque reconocer palabras no es leer, dominar un vocabulario amplio y tener estrategias para memorizar palabras facilita la lectura.
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Lleva siempre lápiz y papel para escribir palabras y
jugar con ellas. Para inventar sopas de letras. Para dibujar. En cualquier
sitio, en un restaurante, en el autobús. Las palabras que se escriben se
memorizan mejor.
Cómo empezar…
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Inventa sopas de letras con las palabras que conoce y
añade alguna nueva. Empieza, por ejemplo, con animales o colores. Al principio
no pongas más de cinco o seis palabras y pon una lista al lado que se debe ir
tachando a medida que se encuentre la palabra.
-
Para jugar al “ahorcado” tiene que haber jugado
previamente a otro juego similar o, en su defecto, a algún juego de mesa.
Tienen que saber esperar su turno y haber perdido alguna vez. Los juegos de
palabras pueden adaptarse al nivel del niño.
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Mensajes. Enseña a tus hijos a dejar mensajes. Los
papelitos adhesivos (“Post-ir”) son fantásticos para esto. Entre hermanos los
mensajes más motivadores son los de prohibir al otro hermano entrar en la
habitación o tomar algún juguete.
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Escriban juntos la lista de compras o los ingredientes
de una receta de cocina que vayan a preparar juntos.
- Utiliza los subtítulos en la tele, en el cine, en los videos. Aunque no los entienda. Actualmente, los subtítulos en la televisión, en el cine y cada vez más en los vídeos, son imprescindibles en la vida de las personas sordas. En México todavía falta mucho pero esperamos que la lucha por lograr los subtitulados en la televisión den sus frutos. Los subtítulos en los programas infantiles son la gran asignatura pendiente por la que los padres tenemos que luchar.
Cómo empezar…
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Procura que la mayor parte del tiempo que tus hijos
vean la tele o películas en vídeo sea con subtítulos. Si son muy pequeños y no
entienden, explícales que los subtítulos son para cuando sepa leer.
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Aunque sea un esfuerzo para ti, procura explicar lo que
ven hasta que ellos puedan leer de forma fluida. Hazlo sólo si te sientes
capaz, sobre todo en los programas y películas más atractivos. Verás que, junto
con tu interpretación, poco a poco van cazando palabras y frases.
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Los niños tienden a querer ver una película muchas
veces. Si la primera vez las has explicado o traducido podrán entender mejor el
texto.
- Compartan el periódico. A las personas oyentes mucha información nos llega de “oídas”, sin apenas tener que escuchar. Fácilmente sabemos de una guerra o de un terremoto por la radio que se oye de fondo en una tienda, por lo que cuenta la vecina o porque hemos oído un comentario en el ómnibus. Las personas sordas se enteran porque alguien se lo explica directamente o porque lo leen en los periódicos o en los subtítulos de las noticias.
Cómo empezar…
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Los niños empiezan a interesarse en el periódico o en
las noticias a partir de los seis años. Antes pueden mirar una noticia
concreta, como la llegada de los Reyes Magos.
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Enseña a tu hijo/a la portada del periódico y empieza
por titulares de noticias llamativas. Usa periódicos que tengan muchas
fotografías y gráficos.
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Si la noticia tiene gráficos, explícalos con calma.
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Busca noticias atractivas. Pero a medida que se hacen
mayoras explica también las noticias importantes.
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Los periódicos deportivos son buenos para empezar a
leer, especialmente con los niños. Seguir a un equipo de fútbol o de baloncesto
facilita la comprensión de un periódico. Las revistas “del corazón” también
pueden ser útiles.
-
Un niño tiene que entender muy pronto que un periódico
se hojea, que se miran los titulares y si vale la pena se lee la noticia. Un
diario se lee de forma diferente a un libro.
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Al principio, puede ser suficiente ver el periódico una
vez por semana.
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Aprovecha las páginas infantiles semanales que tienen
la mayoría de periódicos.
Más comentarios:
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Si ven las noticias de la televisión juntos, intenta
explicarlas. Procura tener un mapa cerca, por ejemplo en la cocina, para poder
señalar los países de los que se habla.
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Discutan las noticias, pregúntale qué piensa.
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Es un éxito que los niños sean capaces de llegar de la
escuela con comentarios propios sobre las noticias.
- El fax… y después el correo electrónico y los mensajes del teléfono móvil. El fax es la tecnología de comunicación más útil para un niño sordo durante la primaria. Es la puerta de entrada a las demás tecnologías y al correo electrónico. Para los niños sordos, el fax puede jugar el mismo papel de socialización que el teléfono en los oyentes.
Cómo empezar…
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Procura conseguir un fax tan pronto como puedas, aunque
tu hijo sordo sea muy pequeño. Se pueden obtener ayudas en los servicios
sociales de tu comunidad. En los últimos años los aparatos de fax han bajado
mucho de precio.
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Entérate de quién tiene fax en el entorno de tu hijo/a.
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Anima a los padres de sus amigos sordos a que consigan
uno.
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Enséñale a enviar faxes desde muy pequeño. Al principio
sólo hará dibujos y el nombre del destinatario y el firmante. Con el tiempo,
cada vez habrá más texto.
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Hacer una agenda con los amigos que tienen fax.
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Anima a tu hijo a enviar faxes. Si tu hijo o hija
quiere quedar con un amigo anímale a hacerlo por fax. No llames por teléfono a
los otros padres para confirma hasta que los niños se hayan contestado.
Más comentarios:
-
El correo electrónico y la navegación por Internet son
tecnologías muy útiles para las personas sordas, pero requieren de una buena
lectura y escritura previas.
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El mundo de las personas sordas puede ser reducido,
sobre todo fuera de las grandes ciudades. Internet permite ampliarlo
enormemente.
-
Mensajes cortos a través de teléfonos móviles son
textos sencillos y cortos. Están muy de moda entre los jóvenes. Enseña a tus
hijos a jugar con el abecedario de tu teléfono móvil
-
Teléfonos/fax móviles. El teléfono móvil debe tener un
vibrador para avisar de las llamadas.
-
Las computadoras. Es útil que los niños pequeños
jueguen con los computadores para familiarizarse con ellos. Hay algunos
programas que son recomendables para niños.
Cuando compres un programa,
comprueba que se pueda jugar sin escuchar el sonido.
-
Hay sistemas operativos que permiten configurar el
ordenador para tengan avisadores luminosos en lugar de acústicos y subtitulado
en los programas que vengan preparados.
¡Ánimo! Esperamos que disfrutes tanto como nosotros leyendo con tus
hijos…
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